Este fin de semana, la Plaza Mayor de Alba de Tormes acogió la Feria de Barro, en la que un numeroso público asistente quiso descubrir la artesanía de diferentes talleres castellanos, leoneses y extremeños.
Los albianos Tomás Pérez e Íñigo Dueñas mostraron la alfarería y cerámica de Villa Ducal, acompañados de artesanos profesionales como los ceramistas Mª Carmen Pascual de Moveros (Zamora), José Manuel Bermejo de Salvatierra de los Barros (Badajoz), Gerardo, Reyes y Miguel de el Barrio de la Vega (Salamanca) y los Hermanos Rodríguez de Trujillo (Cáceres), además de los ceramistas Diego Felipe Munuera de Aldealengua, Isabel Robledo de Villamayor, los Hermanos Hernández de Cespedosa, Isidoro Román del taller Morgana de Morille, y Artesanía Rosa Campo do Salamanca.
El público también se volcó para disfrutar de las demostraciones y participar de los talleres gratuitos que se han venido realizando de forma continua y que permitieron a los participantes llevarse los cientos de piezas que se habían realizado.
El uso que se hizo en la feria para concienciar sobre el uso del barro fue muy bien recibido, y con el lema “+barro, -plástico” se entregó con cada compra un vaso de barro elaborado por Tomás Pérez.
Como parte del programa, se realizó una Mesa-Coloquio sobre el tema “Mujeres en la cerámica en el pasado, presente y futuro”. Participaron mujeres vinculadas al sector, tanto de Alba de Tormes como de las artesanas expositoras en la feria.
Cada mujer explicó su relación con la cerámica, los recuerdos de haber crecido en un taller alfarero, o de haber dedicado su vida al mundo del barro a través de la docencia y la elaboración y pintura de piezas. Fue un coloquio muy enriquecedor en el que se pudo comprobar cómo la figura de la mujer varía según las costumbres de cada ciudad alfarera.
De la conferencia se extrajeron conclusiones muy útiles, como la propuesta de reunir las experiencias de estas mujeres en un libro para que perduren en el futuro y puedan mantenerse vivas para las generaciones venideras. También se sugirió incorporar un código QR a ciertas piezas con experimentos, y reflejar la información de las personas que las pintaron, ya que en muchos casos eran mujeres, valorando así su papel en la cerámica.
La conclusión de la mesa es que hay futuro para la alfarería y la cerámica, innovando y formando a niñas y niños a través de cursos y talleres para ser los artistas del mañana.
Durante el fin de semana, todos los artesanos de la feria participaron en el concurso profesional a la Mejor Pieza de Cerámica y a la Mejor Pieza de Cerámica, y eligieron la pieza concursante que se expuso alrededor de la fuente de la Plaza Mayor.
El fallo de los concursos recayó en el alfarero alberino Íñigo Dueñas Herrero que ganó con su obra “Es hora de seguir caminando”, en alusión a Santa Andariega y sus sandalias, junto a las chanclas que representan al caminante actual. El premio del alfarero recayó en el taller Gerardo, Reyes y Miguel del Barrio de la Vega de Salamanca con un jarro único. Cada uno de los agricultores recibe un premio de 750 euros y las piezas quedan en propiedad del Ayuntamiento.
La valoración de la feria por parte de la alcaldesa, Concepción Miguélez, es muy positiva, ya que ha sido una muestra de apoyo del sector del barro y se muestra satisfecha por la implicación mostrada por el numeroso público que visitó la Plaza Mayor durante el fin de semana.
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