La morosidad es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas de Castilla y León, situación que se ha agravado en los últimos meses debido a la inestabilidad económica y que hace peligrar su liquidez y viabilidad.
En este sentido, las empresas son plenamente conscientes de la importancia de realizar los pagos de forma correcta, en tiempo y forma, para lograr una buena relación tanto con sus proveedores como con sus clientes, aspecto básico para el buen funcionamiento de su negocio. Así lo refleja el European Payments Report de Intrum, en el que el 57% de las empresas castellano-leonesas encuestadas afirma que la puntualidad en los pagos es fundamental para generar y mantener la confianza con proveedores y partners. Una opinión compartida por el 66% de las entidades españolas.
Sin embargo, según el mismo estudio, el 40% de las organizaciones de Castilla y León no están tomando medidas para asegurar el pago puntual a sus proveedores, porcentaje que en términos nacionales asciende al 47%.
Esta situación puede parecer una consecuencia del incierto contexto económico actual, pero la realidad es que en periodos de crecimiento empresarial, sólo el 52% de las empresas de esta comunidad (45% en España) destacan como una de sus prioridades la mejora de la administración y gestión de sus procesos para asegurar el pago oportuno de sus proveedores y socios.
Los datos nacionales sitúan al territorio español ocho puntos por debajo de la media europea (53%), siendo el tercer país menos preocupado por implantar este tipo de medidas en periodos de expansión económica, sólo por encima de Holanda (42%) y Portugal (43%). Por el contrario, Suiza (65%), Eslovaquia (63%) e Irlanda (62%) son los países con mayor número de empresas trabajando para pagar sus facturas a tiempo.
El estudio realizado por Intrum también destaca que uno de los principales motivos por los que las empresas castellano-leonesas retrasan los pagos a sus proveedores es el retraso que sufren en el cobro a sus propios clientes: el 71% de las empresas encuestadas en la región (73% a nivel nacional) afirman que pagarían antes a sus proveedores si recibieran antes los pagos de sus deudores.
Asimismo, el Informe Europeo de Pagos de Intrum reveló que el 52% de las empresas de Castilla y León cree que la creciente incertidumbre macroeconómica les ha llevado a ampliar los plazos de pago a sus proveedores en el último año. Una petición a la que también tuvo que acudir el 60% de las empresas españolas y que estaría de acuerdo con los últimos datos del ‘Barómetro Pyme sobre morosidad’ de CEPYME, que muestra que la morosidad empresarial en el primer trimestre del año aumentó un 42% respecto al mismo periodo de 2021, alcanzando los 348.992 millones de euros.
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