El libro aborda y publica como anexo documental los 83 expedientes que sirven para analizar y recuperar en profundidad la historia de la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía (Fuerteventura)

La Ley de Vagabundos y Maleantes de 4 de agosto de 1933 fue modificada por la Ley franquista de 15 de julio de 1954 para tipificar como delito la homosexualidad y prevenir: “La producción de actos que ofendan la sana moral de nuestro país por el delito de que la tradición sucesoria de buenas costumbres, fielmente mantenidas en la sociedad española”.

Según esta Ley, los homosexuales, por su condición, representaban un peligro contaminante para la moral sexual colectiva. La homosexualidad se incluye expresamente como un «estado peligroso» al que se someten las medidas de seguridad, las medidas privativas de libertad (internamiento en prisión, colonia agrícola o instituciones correccionales) y las medidas no privativas de la libertad (prohibición de residir en determinada localidad o sometimiento a vigilancia de delegados), la cuyo cumplimiento era sucesivo, no simultáneo.

En este sentido, la Universidad de Salamanca ha presentado este viernes el libro de Ediciones Universidad de Salamanca ‘El infierno criminal de los homosexuales durante el franquismo: la colonia penitenciaria agrícola de Tefía’.

El título forma parte de la colección ‘Estudios Jurídicos’, acreditada en 2022 con el sello de calidad de publicación académica CEA-APQ avalado por ANECA y FECYT. En él, a partir del estudio de los expedientes de peligrosidad conservados en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas de Gran Canaria, un grupo de expertos analiza la Ley y el marco normativo, las sentencias, los informes de los peritos y las terapias aplicadas, relatos y datos relacionados con las condenas.

Al encuentro con los medios de comunicación asistieron Ana Martín Suárez, vicerrectora de Ciencias de la Salud y Asuntos Sociales; Lorenzo M. Bujosa-Vadell, director de la ‘Colección de Estudios Jurídicos’ a la que pertenece el volumen y presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal; y Guillermo Portilla Contreras, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Jaén y coordinador del trabajo.

Posteriormente, la Facultad de Derecho acogió la presentación académica del trabajo en un acto que contó con las intervenciones de Ignacio Berdugo, catedrático de Derecho Penal y prólogo del libro, y del catedrático de Derecho Penal de la USAL Julio Fernández García, filólogo y la criminóloga Glória S. de Castro Pietro y la abogada y criminóloga Cristina Ventura Alameda, autores de algunos de sus capítulos.

Colonias Agrícolas Penitenciarias

El derecho penal fue la herramienta utilizada por el Régimen, que recurrió a prisiones comunes, campos de concentración y diversas colonias agrícolas para encarcelar a los homosexuales. Las colonias agrícolas penales eran un campo de concentración más, ubicado en una zona desértica; y el objetivo de su creación fue «la conversión de una zona desértica en tierra apta para el cultivo».

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En España, entre otros centros, conocemos la prisión central de mujeres de Alcalá de Henares; la fábrica de Guadalajara; el asilo de Alcalá de Henares; la del Puerto de Santa María; un campo de concentración, con aplicación de obras industriales y agrícolas, en los terrenos colindantes a la prisión central de Burgos. De todos ellos, el más importante fue la Colonia Agrícola Penitenciaria para el tratamiento de vagabundos y bandoleros, fundamentalmente homosexuales, en Tefía (Fuerteventura). Fue creada por orden de 15 de enero de 1954 del Ministerio de Justicia, en las instalaciones dispuestas al efecto por el Ministerio de Aeronáutica, y se extinguió el 21 de julio de 1966.

Los datos de la colonia Tefía se encuentran resguardados en 189 expedientes de internos conservados en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Entre ellos, 83 corresponden a homosexuales y constituyen el material exhaustivamente estudiado que sirve de base a los estudios de este libro (en el capítulo final se ofrece un resumen de cada expediente).

A partir del estudio de los registros de peligrosidad homosexual conservados en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas de Gran Canaria, cinco especialistas en diversas materias abordan el lenguaje utilizado (los homosexuales eran llamados ‘invertidos’, ‘afeminados’ y se les insultaba con palabras como ‘sirvienta’ o ‘freganchín’ para trabajar en burdeles); la Ley y el marco regulatorio; los juicios, los informes —médicos, psiquiátricos— de los peritos y las terapias aplicadas; las historias y todos los datos relacionados con tus frases. De este examen concluimos los castigos físicos y los tratos vejatorios a los que fueron sistemáticamente sometidos, así como el desprecio con que los trató la «ciencia», que, valiéndose de teorías médicas, psiquiátricas y biológicas, elaboró ​​un discurso clínico sobre el origen de los el sexo masculino. la homosexualidad y la interpretaron como un proceso desviado, como se refleja en los informes periciales que legitimaron la condena de los Juzgados Especiales de Vagabundos y Maleantes.

Como observó el abogado penalista y ex decano de la Universidad de Salamanca, Ignacio Berdugo Gómez de la Torre, quien escribió el prólogo del libro: «Analizar el uso de la colonia penitenciaria agrícola de Tefía es recuperar la historia, algo que un país debe asumir y no olvidar, porque ignorar o negar los hechos, por duros y reprobables que hayan sido, no significa que no hayan ocurrido”.

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Deposiciones

«Perdónate a ti también», dice mi voz interior. Y en realidad lo perdoné, pero no sé cómo olvidarlo. Mi yo profundo no permite esto. Cree que es resignación. ¿Son más felices ahora los que silenciaron su existencia después de aquel mal trago? Yo deseo. Me alegraría por ellos, pero no es verdad. es miedo No olvides ni perdones. Solo miedo. A ese fantasma lo conozco muy bien desde antes de que entrara en el campo de concentración de Tefía. Lo sentí en los calabozos de la Dirección General de Seguridad, durante los interrogatorios tras mis primeras detenciones, tras unas incursiones que eran auténticas cacerías de animales. Las bestias, cuando las llevaban en camiones camino al matadero, eran mejor tratadas que nosotros. Más de una vez se me puso la piel de gallina al toparme con uno de esos vehículos llenos de animales. Hay un susto en sus ojos, un miedo, una súplica… que es la mía, y me hace sentir que consiento en esa indignación. Sé que es difícil de entender, pero eso es lo que me pasa a mí. Es un horror con el que empecé a vivir después de mi ingreso en la Prisión Provincial de Las Palmas. No sufrí el maltrato en prisión que sufrí en el campo de Tefía, pero el maltrato fue constante. Fue allí donde encontré el miedo. Un miedo sin rostro que llenó el ambiente de ansiedad. Una alarma que se respiraba de la mañana a la noche y que acababa filtrándose en los sueños. [El infierno penal de los homosexuales durante el franquismo, pág. 64, nota 55]

“Pasé hambre, avaricia, llanto, sufrimiento y mucho más, porque allí nos daban una comida al día y nos obligaban a hacer trabajos forzados desde el amanecer hasta el anochecer, principalmente acarreando agua de un pozo y llenando bidones con agua salobre, que es lo que nos dieron de beber. Creo que la gente sabe más sobre los campos de concentración nazis, pero en Canarias teníamos Tefía y creo que era lo mismo que Auschwitz. Estos empleados eran peores que las hienas. Nos maltrataban, nos obligaban a quedarnos quietos y cantar Cara al Sol con brazo firme, y los días de baño, claro, eran de agua fría y muy de vez en cuando nos cortaban el agua cuando nos enjabonábamos y nos obligaban a quedarnos como este. Nos daban escaldones de gofio con cebolla y sin aceite o guisantes llenos de gorgojos o boniatos enraizados. Recuerdo que un gran amigo que hice allí, que se llamaba Manuel Santana, entró con 84 kilos y se fue pensando en poco más de 50. Creo que si allí no murió nadie, fue porque el tiempo máximo de permanencia era de tres años. .” [El infierno penal de los homosexuales durante el franquismo, pág. 65, nota 57]

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autores

El coordinador del trabajo es Guillermo Portilla Contreras (Málaga, 1956), catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Jaén. Entre sus líneas de investigación se destaca la protección penal de las garantías constitucionales del ciudadano frente a la razón de Estado; las teorías sociológicas y filosóficas que más influyeron en el derecho penal contemporáneo; y especialmente, en los últimos años, el estudio de la represión criminal del primer franquismo, del que acaba de publicar: El Derecho penal bajo la dictadura franquista. Bases ideológicas y protagonistas.

También participan Gloria S. de Castro Prieto (filóloga y criminóloga), Julio Fernández García (Derecho Penal, Universidad de Salamanca); Juan M. Terradillos (Catedrático de Derecho Penal, Universidad de Cádiz) y Cristina Ventura Alameda (abogada).

Colección de Estudios Jurídicos de USAL Ediciones

Lorenzo M. Bujosa Vadell (catedrático de Derecho Procesal de la Universidad de Salamanca y presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal), dirige desde 2018 la colección Estudios Jurídicos, colección que se relanza gracias a la colaboración de Nieves Martínez Rodríguez, profesor de Derecho Civil de la USAL, responsable de la secretaría académica, y de un comité ejecutivo y un consejo científico internacional.

La colección Estudios Jurídicos acaba de obtener el Sello de Calidad en la Edición Académica – Calidad Editorial Académica (CEA-APQ), luego de haber superado favorablemente los requisitos de calidad de la información, política editorial, procesos editoriales, reputación y prestigio, exigidos en el proceso de evaluación. . . Este sello reconoce las mejores prácticas en la edición científica española, promueve y fomenta la calidad en la publicación académica y es un signo distintivo para las agencias que evalúan la actividad investigadora y la comunidad universitaria.

En España sólo existen dos colecciones de Derecho acreditadas con este importante sello: la colección de Derecho Penal y Criminología, editada por Marcial Pons; y la colección Estudios Jurídicos editada por la editorial Universidad de Salamanca. Estudios Jurídicos de Ediciones Universidad de Salamanca también tiene una mención especial de internacionalidad, debido a la presencia de un número importante de autores extranjeros.

La colección inició su andadura en 1946 y en ella ya se han publicado 94 títulos (octubre de 2022). A lo largo de sus más de 75 años de historia, Estudios Jurídicos ha dado cabida a temas y autores que hoy forman parte del canon de los estudios e investigaciones jurídicas.

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